Sí, es verdad: mucha gente no se preocupa de viajar en verano pues sabe que le esperan las cómodas habitaciones con aire acondicionado de Mur Hotels. Sin embargo, no nos referimos a eso.
La cuestión importante sobre si emprender una aventura en los meses estivales está en estas preguntas:
¿Estamos dispuestos a pagar tarifas excesivas por el alquiler de coches, las suites de hotel, las entradas a las discotecas, los menús de restaurantes, los tragos, la renta de equipos para deportes en la playa?
¿Soportamos las aglomeraciones de gente, tener que hacer colas para entrar a un museo o a un local de comidas, sacar fotos en una plaza llena, las esperas y la suciedad que se acumula mientras más afluencia de turistas hay en un lugar?
¿Aguantamos el calor cuando caminamos por la ciudad o nos molesta mucho el sol?
Es necesario responderse interrogantes como estos a la hora de planificar un viaje. Si bien es cierto que la mayoría de las personas veranean en julio o agosto porque son las fechas libres que les dan en el trabajo, también es verdad que se puede llegar a un acuerdo con el jefe y planear el descanso en otro momento.
Recorrer el mundo en los meses del otoño y el invierno o en temporada baja, nos permite disfrutar de una serie de ventajas como precios más bajos, mayor cantidad de vuelos disponibles y habitaciones en Sercotel Hoteles, entradas baratas a las diversas atracciones y… ¡tranquilidad! ¿Tú qué prefieres?
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